LA PUNTUALIDAD
Todo empezó como un día normal en la vida de los Gutiérrez, como todas las mañanas Eduardo espiaba por la ventana del baño mientras su hermana Margarita se cambiaba y como siempre ella lo descubría y lo acusaba con su mamá, Doña Treme, cansada de llamarle la atención a su hijo todos los días, le dice que la próxima lo iba a castigar.
Les dejó preparado el desayuno y le dice a Eduardo que tiene una reunión con unas amigas que hace buen tiempo no las veía “regreso alas
Aprovechando que Doña Treme había salido Eduardo muy pícaro se asoma por la puerta de la habitación de Margarita para espiar mientras se cambiaba pero algo inesperado sucedió, Margarita lo descubrió espiando y en un tono muy amenazante le dijo: “¡pervertido sexual, vas a ver! ¡Le contaré a mamá cuando regrese!”.
Eduardo asustado se fue corriendo a su habitación preocupado por cuál sería el castigo que le pondría su mamá; de pronto una idea muy brillante (para él) vino a su mente ¡ya sé! Dijo entusiasmado, la voy a matar y la entierraré en el jardín trasero así mi mamá nunca se enterará de lo sucedido.
Rápidamente fue a la cocina cogió los cuchillos más filudos, un costal y unas sogas, asustado se fijó en la hora y eran ya cerca las 3 pero Eduardo sabía que su mamá nunca era puntual así que la calma regresó a él ,se acerco cautelosamente a la habitación de Margarita esperando que ella esté de espaldas para que no lo note entrar, Eduardo se acercó 5, 6, 7… fueron los números de veces que apuñaló a su hermana, ella indefensa murió, Eduardo la sacó deprisa hacia el jardín trasero la amarró, la metió en el costal y la enterró en un hoyo muy profundo que había cavado.
Doña Treme no tenía idea de lo que estaba sucediendo e su casa; regresa a las 4 p.m. y se da cuenta que Margarita no estaba por ningún lado, como Eduardo se notaba muy sospechoso le pregunta donde estaba su hermana, como el remordimiento no le daba más le confiesa que la había matado.
En ese momento Doña Treme solo quería saber el porqué de lo sucedido así que no vio otra forma de averiguarlo mas que torturando a Eduardo, él exhausto y adolorido confiesa porqué la había matado, La madre muy decepcionada le dice: “Te dije que la próxima te castigaba” así que cogió unas tijeras y se las clavó en los ojos, Eduardo quedó ciego y Doña Treme dijo: “esto es para que no vuelvas a espiar a tu hermana”.
Si Doña treme hubiese llegado ala hora que dijo, hubiera podido evitar tal desgracia en la familia Gutiérrez.
FIN
por cierto que mal redactado está u_u
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